El
fútbol a mis 7 años, era un juego, a mis 14, una diversión y a mis 20 mi
pasión.
Anónimo
Por: Diego
Suárez
difersuca@gmail.com - @diegosuarezcano
Fotografía:www.123rf.com |
De nuevo
dedico un tiempo para escribir en este espacio acerca de un tema que me
apasiona, el fútbol. Quiero aclarar que este no es un artículo investigativo,
ni mucho menos, sino de experiencias que he vivido en carne propia.
El deporte más sencillo y económico es el fútbol, en cualquier calle,
terreno o potrero en el peor de los casos se puede jugar. Porque un gordo y un
flaco; un ‘calidoso’ o un ‘tronco’ siempre tienen puesto en el equipo. De día,
de noche, en las mañanas o en las tardes, a cualquier hora, el fútbol nunca
será un mal plan. ¿Quién no ha jugado fútbol alguna vez en su vida?
Para muchos
niños y jóvenes uno de sus sueños es precisamente ese, ser futbolista
profesional. No es raro encontrar esta idea en común en los muchachos de edades
entre los 10 a 18 años. Yo alguna vez tuve la ilusión de
pertenecer a un equipo profesional, ser parte de la Selección Colombia, jugar
un mundial y levantar una copa mundo.
Es el sueño de muchos niños que jugaron a ser Maradona, Ronaldinho o
Ronaldo, o en muchos casos un Oliver Atom o un Steve Hyuga, figuras de la serie
animada Súper Campeones. En lo personal creería que muchos alguna vez soñamos
esto.
De aquellos
soñadores, la gran mayoría hicieron parte de las famosas escuelas de fútbol de
barrio, algunos pertenecieron al equipo del club al cual están afiliados sus
padres, otros con un poco más de condiciones y talento para el balompié,
alcanzaron jugar intercolegiados o interuniversidades, pero son pocos los que
logran llegar allá, al profesionalismo y hacer parte de un club
profesional. Y es que no solamente
los que tienen condiciones y talento llegan a ser profesionales, en mi opinión
se necesitan contar con otros factores para hacer realidad ese sueño, y los he
definido así: talento, disciplina, verraquera , un padrino o una palanca.
Talento:
El talento
va de la mano con la llamada ‘calidad’, ese jugador que sabe correr la cancha,
que tiene una buena fundamentación, que le pega bien al balón, aquél que adorna
la jugada con un taco, o una buena finta, entre otras cosas.
Disciplina
Son pocos
los jugadores que cumplen con este requisito, que a mi consideración es el más
importante para llegar lejos en cualquier deporte. Es aquél jugador que cumple
unas normas previamente establecidas para un grupo, el que se cuida con las
comidas, con las bebidas y las trasnochadas; infortunadamente en Colombia no
tenemos esa cultura y esa disciplina, “somos muy folclóricos” dicen los
abuelos.
Verraquera
Este es el
punto que creo que es en el que más fallamos los colombianos. Aquí son muy
pocos los jugadores que sienten la camiseta, que la ‘sudan’, que se entregan
hasta el último momento del partido, que juegan con hambre, con actitud, con
pasión por el balompié, o como algunos dicen le ponen ‘güevas’.
Padrino o
palanca
Infortunadamente
el talento y las capacidades a veces no son suficientes para ocupar un cargo o
ejercer una profesión, siempre hace falta ese empujoncito que llamamos palanca,
padrino o rosca; esa que lo ubica en un muy buen puesto sin ser el mejor o el
apropiado para desarrollarlo. En el fútbol es muy común ver este tipo de casos,
cuántos jugadores están en muy buenos clubes, ganando muy buen dinero y a veces
en la nómina titular por encima de otros que tienen mejores condiciones.
Lo anterior
no quiere decir que los jugadores profesionales cumplen con todas esas características,
lo ideal sería que tuvieran de todas un poco, lo que yo llamaría un ‘jugador
integro’. En nuestro país hay muchos jóvenes que juegan bien al fútbol, en este
caso tienen el talento, pero les gusta el ‘traguito’, la rumba y la
trasnochada, no cumplen con la disciplina; otros que le ponen ganas, fuerza y
verraquera, pero les falta calidad y técnica; el fútbol es más que fuerza, o lo
más difícil no cuentan con un padrino o una buena palanca que los promocione o
patrocine en un club profesional. Otra cosa, es muy diferente cuando nacen esos
genios o artistas, que a propósito son muy pocos en el mundo, que no necesitan
tener esas características porque son jugadores innatos que se salen de lo
normal, que marcan la diferencia; me refiero a figuras como Maradona, Pelé, ‘El
Pibe’, o en la actualidad un Cristiano Ronaldo, un Neymar o el mejor del
momento Messi.
Si usted
algún día tuvo el sueño como yo de ser jugador profesional y no le alcanzó, lo
invito para que analice ¿qué tenía? y ¿qué le faltó? para hacer realidad ese
sueño. En mi caso, faltó un poco más de disciplina ¿y a usted?
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